86).-Las 7 lecciones dictadas por Saul Goodman que te harán desearlo como tu abogado.-a
Carla Nicol Vargas Berrios |
El spin off de nuestra muy querida Breaking Bad ha demostrado dos cosas inauditas: Que un spin off puede igualar a la historia original y que un abogado criminalista en realidad puede darnos lecciones aplicables para nuestra vida profesional.
Better Call Saul, a diferencia de su antecesora, Breaking Bad, no muestra la evolución de un criminal en sí, sino más bien cómo es la esencia del mismo desde un principio, vamos entendiendo porqué un Jimmy McGill se convierte en Saul Goodman y hasta deseamos que lo haga. Ya hicimos el post sobre las lecciones repartidas por el mejor -o peor- profesor de química de la ficción: Walter White, y ahora por supuesto que era el turno de Saul. Este personaje tan querido por todos, elocuente como él sólo, en medio de su lucha contra la moral, lo que está bien y lo que está mal nos enseña que mediante la práctica y los estragos del día a día, siempre hay alguna lección que puede aprovecharse, aquí te daremos algunas de ellas (sí, contiene spoilers).
1. Seguir las reglas no siempre es la opción favorita, pero sí es la mejor
En la serie hemos visto varias veces cómo las reglas funcionan para algo, y aquí es más notorio por tratarse de una historia de abogados. Puede que no sea lo más divertido seguirlas algunas veces, pero te mantienen en un margen de seguridad. Salir de ellas puede traer consecuencias más que lamentables, y Saul tiene una larga lista de éstas, como cuando se le retiró su licencia por andar modificando documentos legales. Recuérdalo, en la vida real no vas a salir airoso como en la ficción.
2. La creatividad es un plus
En Breaking Bad, Saul Goodman tenía una respuesta para absolutamente todo, hasta que dejó de tenerla. En Better Call Saul no es la excepción a esta regla, de hecho, es muy divertido ver cómo siempre se logra salir con la suya utilizando ese poder del habla que todos quisimos tener cuando estábamos en secundaria y nos tocaba exponer frente a toda la clase. En el ámbito laboral existen matices, y lo que nos diferencia de la competencia, además del talento que tengamos, es nuestra creatividad para solucionar retos o hacer las cosas de un modo diferente. Asegúrate que cada trabajo que hagas sea casi tan hermoso como el discurso de Jimmy frente al comité para que le renovaran la licencia de abogado –pero que lo tuyo sí sea cierto, que todo lo que hagas sea precioso-.
3. Un abogado capacitado puede limpiarlo todo
El derecho es fascinante en parte porque los practicantes del mismo logran encontrar la legalidad en aquellas cosas que están muy distantes a la misma. En la tercera temporada de Better Call Saul vimos el brillante show que armó Jimmy con su novia Kim para minimizarle la pena al escolta de McGill, Huell Babineaux, haciéndolo parecer como si era un joven salido del cielo -literal, ¿cómo olvidar la página web fake donde se muestra a Huell haciendo trabajos caritativos con la iglesia?-. Llevándolo al sentido metafórico, siempre podremos solucionar los problemas más molestos que podamos tener en nuestra vida y en nuestra empresa, así no seamos abogados, sólo tenemos que sacar al Saul Goodman que vive en nosotros.
4. No importa qué tan malo sea el panorama mientras tengas actitud
Jimmy McGill enfrentó toda su vida el rechazo de su hermano y de la sociedad, luego como Saul Goodman le tocó lidiar con adversidades que sólo Vince Gilligan podría idear, siendo incluso una víctima de Walter White -sí, lo sabemos, vaya tipo- pero un factor que prevalece tanto en Breaking Bad como en Better Call Saul es que este personaje siempre lograba cambiar las circunstancias a su favor gracias a la actitud. Es cierto que en las series lo vemos múltiples veces ir en contra de la moral y utilizar incluso a personas indefensas como ancianos a su favor, pero esto llevado a nuestra vida real y no criminal, es una gran lección.
Las cosas no siempre nos van a salir bien y eso está bien, hay que levantarnos, ir a vender teléfonos clandestinamente a criminales y seguir hacia delante hasta conseguir lo que queremos –o algo así, pero sin la parte de vender celulares-.
5. Un equipo unido permite alcanzar los logros
Una de las vueltas que vemos en la serie es la de la transformación de Kim Wexler, esa abogada excelente y moralista que siempre intenta mantenerse al margen de la ley y de hacer lo correcto, quien al ver de cerca el mundo de Jimmy, empieza a sentir morbo y curiosidad por las tramoyas legales que se pueden hacer. A pesar de que en este punto de la serie tememos por su vida porque no la vimos nunca en Breaking Bad y ya comenzamos a pensar que puede que haya tenido una muerte trágica al estilo de estas series, también hemos visto cómo, cuando trabaja en conjunto con Jimmy, logran dar en el clavo de una manera majestuosa.
Lo que aprendemos con este par es que si trabajas con un socio y un equipo, escucharse mutuamente y vibrar en sintonía es un boleto dorado para el éxito.
6. La moral y la honra siempre son importantes
Tanto Breaking Bad como Better Call Saul son series centradas en una lucha constante moralista. A estas alturas podemos dar por seguro que puede que Jimmy McGill fuese un hombre honrado, pero Saul Goodman botó la pelota de jonrón y se entregó a una vida de equivocaciones, fallándole a su hermano, a su novia, y a él mismo. ¿Que ganó mucho dinero? Sí, pero también lo perdió todo en el proceso, y el final del personaje es la demostración perfecta de que si no trabajamos de manera honrada con un código de moral presente siempre, podremos elevarnos un poco pero al final no volaremos permanentemente. Cuando se trata de Mike, este mismo código cambia ligeramente, pues en su mismo mundo, sus pilares son su nieta y su nuera, por quieres hace todo lo que hace y las honra en todo momento, aún cuando esto signifique cometer los peores crímenes.
7. Para todo lo demás no sólo existe MasterCard, sino también Saul Goodman
No te preocupes, Saul lo arreglará. Sino siempre podrás huir, cambiar tu identidad y vender rolls de canela en algún centro comercial.
buenas lecciones
ResponderEliminar