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Perry Mason' de HBO Max y los beneficios de
 ejercer la abogacía como una segunda carrera

El espectáculo Perry Mason

Sin embargo, la mayor parte de la comunicación que tengo con mis lectores es muy positiva y reveladora. Hace un par de meses, otra persona me contactó con respecto a una columna que escribí sobre el mejor episodio de Perry Mason ("El caso del perdedor afortunado"). Me ofreció algunos comentarios perspicaces:

“La mayoría de los episodios comienzan con 'personajes creados por Erle Stanley Gardner' y un número menor 'historia de Erle Stanley Gardner'. En general, [en] esos episodios de una historia de Erle Stanley Gardner, Perry Mason es más agresivo en sus contrainterrogatorios, manipula pruebas, etc. 'El caso del perdedor afortunado' es de una historia de Erle Stanley Gardner. "

Esa toma me hizo dar un paso atrás y darme cuenta de que había perdido una oportunidad de oro para sumergirme en las diferencias entre el material original (la serie literaria original que data de 1933, que ABA Publishing comenzó a reeditar en 2015) y la serie de televisión de CBS que se emitió. desde 1957 hasta 1966. Quizás le eche un vistazo en una columna futura. Sin embargo, por ahora, al menos tengo la nueva serie de Perry Mason que se transmite actualmente en HBO Max.

Una versión única de un clásico

La iteración más reciente de Perry Mason se estrenó el 21 de junio de 2020 en HBO. La serie retrata la historia del origen de Mason: es un investigador privado deprimido que lucha para llegar a fin de mes después de haber sido despedido deshonrosamente del servicio de la Primera Guerra Mundial. Matthew Rhys protagoniza el papel principal, y aprovecha al máximo la oportunidad con una boca inteligente y un sentido constante de la amenaza que se acerca.

Ambientada en Los Ángeles de 1932, Perry Mason prospera en la atmósfera tan magistralmente creada por el equipo de producción. Los decorados son maravillosamente nostálgicos. Todo, desde los automóviles hasta el vestuario y los demás accesorios, es precisamente lo que esperaría de una pieza de la década de 1930. La cinematografía es oscura y mugrienta. Incluso las escenas ambientadas durante el día parecen proyectarse al atardecer para mantener el factor noir en el nivel perfecto.

Solo había visto los dos primeros episodios cuando escribí esta columna, pero tengo la intención de ver el resto de la primera temporada. Si bien la serie es más un drama policial / policial que un drama legal hasta ahora, hay suficientes aspectos de la sala de audiencias para mantener a los sabuesos del género en atención. Y, sinceramente, el espectáculo está excepcionalmente bien organizado.

Los episodios iniciales de HBO muestran que Mason fue contratado para investigar un sensacional caso de secuestro / asesinato de niños, que abre más armarios de lo que cualquier fiesta anticipa. John Lithgow interpreta el papel de EB Jonathan, un abogado que emplea regularmente a Mason para ayudar en sus casos. Los leales a los mitos de Perry Mason también son reintroducidos a un par de nombres familiares: Della Street (interpretada por Juliet Rylance) y Paul Drake (interpretado por Chris Chalk).

En la clásica serie de televisión de CBS, Street interpretó el papel de la secretaria de Mason, mientras que Drake era su investigador privado. Como tal, es interesante ver las presentaciones reinventadas entre los jugadores: Street sigue siendo una secretaria, pero inicialmente funciona para el personaje de Lithgow, y Drake es un policía de LA. Digo "reinventado" porque, a pesar de toda mi investigación, no puedo encontrar ningún otro relato de la génesis ficticia de Perry Mason.

Parece que Gardner nunca creó una historia de fondo para su personaje más famoso. Perry Mason salió del útero literario interrogando a los testigos y ganando juicios con jurado contra viento y marea. En consecuencia, los productores le dieron a HBO un cheque en blanco para escribir los humildes comienzos de Mason, y su elección es perfecta.

Darle a Mason la historia de fondo de un granjero arrojado a la Gran Guerra solo para ver que su carrera militar terminó en términos desagradables le brinda al personaje una base fantástica para su valentía y dureza. Hacer que avance hacia una carrera como ingenioso investigador privado ayuda a explicar su asombrosa habilidad para ver más allá de lo obvio y descubrir la verdad que otros a menudo pasan por alto.

Derecho como segunda carrera

Esta versión de Perry Mason está lejos de ser la primera o la última serie que presenta a un abogado que ingresa a la práctica del derecho como una opción de carrera posterior. Para ser justos, la gran mayoría de las personas que asisten a la facultad de derecho tienen experiencia en alguna otra área. En cuanto a mí, había trabajado como camarero en restaurantes. Comencé a servir mesas en mis primeros años de escuela secundaria y continué hasta la universidad.

Siento que mi experiencia en hospitalidad y servicio al cliente me dio la capacidad de leer a las personas y anticiparme a sus necesidades hasta cierto punto. Más que eso, sin embargo, mis años trabajando como mesero también me enseñaron bastante sobre cómo aceptar las críticas, incluso cuando no eres el responsable del evento que las causó, y dejar que eso se te caiga de los hombros.

Estaría mintiendo si dijera que esa habilidad no ha sido útil con muchos jueces a lo largo de los años. Tener experiencia en otros campos es extremadamente útil, especialmente en áreas de práctica como la mía (defensa criminal), donde se necesita una amplia gama de conocimientos sobre diversos temas y problemas. Dado que muy a menudo se encuentra en situaciones que requieren que interrogue a personas de diferentes campos laborales con diversos orígenes y experiencias de vida, es útil tener un marco del cual basarse.

Lo que más me impresiona, sin embargo, son los que dejan otro empeño profesional para dedicarse al ejercicio de la abogacía. Recuerdo haber ido a clase como estudiante de derecho de primer año y haber conocido a una compañera de estudios relativamente mayor llamada Sue. Ella era muy amigable y fácil de hablar, y me di cuenta de que era extremadamente inteligente. Cuando comenzamos a hablar sobre nuestros caminos hacia la ley, supe que ella era una doctora en medicina con licencia. Me quedé asombrado.

No podía creer que alguien pudiera: 1.) dejar pasar (lo que imaginaba que era) una carrera muy lucrativa en medicina para cambiar de curso; y 2.) se sometió a años adicionales de intensa educación y el estrés que la acompaña. Le pregunté sin rodeos por qué decidió dejar la medicina y me informó que "irse" no era su intención.

Explicó que trabajar en medicina le mostró todas las deficiencias en ese campo, y sintió que la mejor manera de marcar la diferencia era educarse a sí misma para abordar algunos de los problemas administrativos que a menudo encontraba.

Esa fue la primera vez que me di cuenta de una lección valiosa: algunas personas eligen la ley para cambiar de dirección. Otros eligen la ley para avanzar en el camino en el que ya están.