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146).-La estrategia del silencio en juicio ; Captar la atención del juez.-a

fabiola del pilar gonzález huenchuñir



La estrategia del silencio en juicio (el uso eficaz de las pausas)


El empleo del silencio constituye una extraordinaria herramienta durante el proceso de comunicación del abogado en sala, bien interrogando, bien informando o, incluso, durante la comunicación secundaria que inevitablemente se produce durante todo acto judicial.



Un empleo adecuado del silencio (o de las pausas) durante el juicio nos ayudará a obtener importantes beneficios:

  • Las pausas aportan claridad al lenguaje.
  • Permiten enfatizar los puntos principales, de modo que calen hondo en el auditorio.
  • Establecen un espacio de diálogo en el que recogemos y analizamos la información, lo que nos permitirá, previa su elaboración, transmitirla al interlocutor.
  • Procuran al comunicador y al auditorio un descanso imprescindible para garantizar la necesaria atención.
Conocidas sus bondades, veamos el empleo práctico de las mismas a través del examen de las diversas técnicas en sala:

  • Pausas determinadas por la puntuación: con ellas nos referimos a las pausas que realizamos al hablar transmitiendo lo que representa la puntuación en el mensaje escrito. Si el lector no hace las pausas que exige la puntuación, se perjudicará la comprensión del texto leído e incluso puede que distorsione su sentido. Por otro lado, si prescindimos de introducir tales pausas el mensaje perderá fuerza y claridad, perdiéndose con ello la atención e interés de nuestro auditorio. Basta imaginar un interrogatorio o un informe oral sin pausas para comprobar su necesidad.

  • Pausas que comunican énfasis: los silencios que preceden o siguen a una afirmación o pregunta pronunciada con mayor intensidad sirven para dar énfasis, a menudo de forma impactante. O bien brindan al auditorio la oportunidad de reflexionar en lo que se acaba de decir, o bien crean expectación por lo que sigue. Ojo, estas pausas solo pueden emplearse en cuestiones de verdadera importancia.
  • El uso de esta técnica es muy interesante para los abogados, pues así podremos crear espacios de silencio para atraer la atención del auditorio, ya que la pausa genera inconscientemente en el receptor un mayor interés en lo que se va a decir a continuación, creando con ello un énfasis elocuente y silencioso. Ejemplos de esta técnica serían los silencios tras una respuesta clave de un testigo o la pausa antes o después de haber expuesto una idea clave durante la exposición del informe oral.

  • Pausas de transición: al pasar de un punto principal al siguiente, una breve interrupción dará al auditorio la oportunidad de reflexionar en lo dicho, asimilarlo, captar el cambio de dirección y entender el siguiente punto con mayor claridad. Estas pausas serán, por regla general, más prolongadas que las relacionadas con la puntuación, pero no tanto que el discurso se vuelva tedioso. Si se hacen demasiado largas, daremos la impresión de que no se ha preparado bien y no sabe cómo continuar.

  • Pausas circunstanciales: de vez en cuando se producen perturbaciones que obligan a interrumpir la exposición bien para que se reduzca el silencio del auditorio o incluso para llamar la atención de un auditorio poco atento. El silencio, generalmente, es un buen método para hacer que nuestros interlocutores recuperen la conexión en la comunicación. Estos silencios son muy apropiados para el caso de que comprobemos que no estamos disponiendo de la atención del juez durante un determinado momento de un interrogatorio o del informe.
  • Pausas para ayudar al testigo: cuando ejecutamos el interrogatorio al testigo que es afín a nuestra versión de los hechos, es conveniente crear pausas que le permitan elaborar con claridad y espontaneidad su relato; de lo contrario, sometiéndolo a un interrogatorio veloz y sin pausas, estaríamos impidiendo que se logren los objetivos de este tipo de interrogatorio. Por el contrario, durante el contraexamen es fundamental evitar las pausas pues de este modo impediremos que el testigo hostil reelabore su respuesta conforme a lo ya expuesto en el interrogatorio directo.

En definitiva, los abogados hemos de desarrollar un uso consciente de las pausas y los silencios que aquellas conllevan y así mejorar extraordinariamente nuestras habilidades de comunicación en actos judiciales.

 


Técnicas para captar la atención del juez durante el interrogatorio.
por Óscar León


Cuando interrogamos al testigo que hemos propuesto, es decir, cuando llevamos a cabo un interrogatorio directo, uno de los objetivos claves alcanzar es acreditar su testimonio, o lo que es lo mismo, persuadir al juez (entiéndase también el tribunal y el jurado) de la veracidad de su testimonio.  Para ello, a través de sus preguntas, el abogado deberá obtener del testigo un relato realista, completo y preciso de los hechos que este conoce y para cuya exposición ha sido propuesto.

No obstante, no basta con obtener la información precisa, sino que es imprescindible que mantengamos la atención del juez durante todo el interrogatorio, pues en caso contrario la narración de los hechos no llegaría correctamente a su destino, o si lo hace, podría ser de forma fragmentaria e insuficiente. De hecho, es notorio que, en ocasiones, un interrogatorio mal ejecutado puede volverse monótono, fastidioso, pesado o aburrido, lo que afectará directamente a dicha atención.

En consecuencia, es vital que los abogados nos concienciemos de la importancia de emplear técnicas que nos permitan ejecutar un interrogatorio que ayude, no sólo a extraer del testigo la máxima información fáctica útil (no todo lo que sabe, sino lo que sirve a nuestra defensa), sino que coadyuve a mantener dicha atención.

Sin más dilación, pasamos a examinar algunas de estas técnicas[1].

Enlazar las preguntas con apartados temáticos.

Durante el interrogatorio, a medida que cambiemos de escenario, materia o temática, es recomendable introducir al testigo en el objeto de nuestras siguientes preguntas a través de lo que viene denominándose “título”, que no es más que un enlace.

A continuación, me gustaría preguntarle sobre lo que acaeció a la entrada del supermercado.
¿Podría explicarnos qué ocurrió cuando llegó al supermercado?

–Francisco, ahora, si no le importa, me gustaría realizarle diversas preguntas relativas a los hechos que acaecieron en la calle del Cementerio.

-Lo que Vd. diga.

-¿Podría explicarnos…

De esta forma conseguimos un triple objetivo: llamamos la atención del juez, ayudamos al testigo a que realice una declaración más organizada y coordinada y, finalmente, mantenemos una sensación de control del interrogatorio; pero, sobre todo, el juez estará más atento, pues asociará dichos conectores a cambios que instintivamente van a requerir una mayor atención.

Para emplear esta técnica nos valen expresiones como “Déjeme que lo sitúe…Ahora nos vamos a centrar en… Por favor, me gustaría que se detenga en… Si le parece nos detenemos en el momento en que….”, si bien tenemos que tener sumo cuidado de no emplear títulos tan expresivos que no sean más que burdos auxilios al testigo que, probablemente, recibirán una impugnación (u objeción) o la llamada directa del juez.

Ahora le preguntaré sobre lo que ocurrió cuando Juan sacó la pistola” (cuando este hecho no había sido aún declarado por el  testigo). ¡Impugnación asegurada!

La técnica CACYL (corto-ampliación-corto y largo)

Esta técnica, aplicable para los casos en los que la declaración del testigo puede extenderse más de lo deseado, consiste en que formulemos una pregunta que conlleve una respuesta corta sobre un tema para, a continuación, pedirle al testigo que amplíe algún aspecto estratégico de esa pregunta. Una vez respondida la pregunta de ampliación, realizamos otra corta para concluir con una pregunta que permita una respuesta larga para extenderse sobre el tema. Una vez realizada la serie, podemos continuar sucesivamente continuando el ciclo.

Está técnica se asimila mejor con un ejemplo:

¿Conoce Vd. el Bar “El Litigio”?
Si  (corto).
¿Explíquenos por qué lo conoce?
Pues es el bar en el que solemos reunirnos los amigos al concluir la jornada de los viernes. Allí estamos generalmente toda la tarde tomando copas (ampliación).
¿Estuvo Vd. en dicho bar el día de la víspera de la Navidad de 2020?-
Si (corto).
¿Recuerda lo que ocurrió en el bar ese día?
Claro, ese día, había tenido una fuerte discusión con Juan en el trabajo debido a la pérdida del informe que teníamos que entregar el lunes siguiente. Ese día era viernes, y al dirigirme al bar… (largo).
Como puede observarse, de esta forma el relato se hace más fluido a través de preguntas que no solo mantienen la atención del juez, sino que nos sirven para que el abogado abordé aspectos claves del interrogatorio evitando que el cliente divague y se extienda en puntos innecesarios.

Para el empleo de esta técnica emplearemos preguntas cerradas para las respuestas cortas y abiertas para las respuestas de ampliación y largas, siendo recomendable para introducir una ampliación el empleo de los verbos “explique”, “demuestre”, “describa”, “infórmenos”, etc.

Empleo de silencios enfáticos

Una vez que nos responde el testigo sobre algún aspecto que consideramos clave en su declaración, podemos realzar dicho aspecto a través de un silencio seguido de una nueva pregunta para que el testigo repita la respuesta precedente. De este modo, al repetirse la respuesta, destacamos el contenido de la misma, lo que, sin duda, será escuchado por el juez con más atención, máxime si nos encontramos ante un punto esencial de la narración.

Entonces, ¿presenció Vd. la pelea?
Sí, claro estaba a escasos metros.
 (Silencio de dos o tres segundos)

Disculpe, ¿podría repetir?  // ¿Cómo dijo? // Perdón, no lo he entendido…
He dicho que pude ver la pelea pues estaba justo al lado.

Técnica del looping

A través de esta técnica enlazamos la información suministrada por el testigo en la pregunta precedente a través de su empleo en la nueva pregunta. De esta forma, enfatizamos dicha información (porque la consideramos relevante) y nuevamente reforzamos la atención del juez en relación con la misma.

–O sea, ahora los tres se ocuparon de Vd.

-Exacto. Tenía a los tres encima, y comenzaron como locos a pegarme, a darme puñetazos. Uno incluso se puso de pie y empezó a darme paradas en el costado e incluso en la cabeza. Fue horrible.

–De acuerdo, lo tiraron y los tres le golpeaban, pero, por favor, ¿podría indicarnos como actuaron cada uno de los agresores?

-Uno me colocó la rodilla en el pecho y me daba puñetazos en la cara y…

Como vemos, la estrategia se encuentra al servicio del interrogatorio, lo que nos permitirá realizar interrogatorios no sólo más eficaces, sino que logren captar la atención del juez a medida que este avanza, lo que sin duda lo agradeceremos todos: el juez, el testigo y, por supuesto, quien interroga.


[1] Ciertamente hay más técnicas (looping doble, subrayado, uso de determinada modalidad de preguntas, empleo del lenguaje no verbal, etc., si bien las expuestas son las más habituales, prácticas y fáciles de implementar durante el interrogatorio.

 


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