70).-Vida de un estudiante (Paper chase). Película de 1973.-a
cine y derecho |
Argumento
Un estudiante serio y trabajador llamado James T. Hart (Timothy Bottoms) va a Harvard donde se encuentra a un tiránico, sarcástico y dominante profesor: Charles W. Kingsfield, Jr. (John Houseman), el chico decide vengarse convirtiéndose en el mejor alumno de la clase pero su relación se vuelve aún más compleja cuando el joven descubre que la chica en la que se ha fijado es la hija del profesor (Lindsay Wagner) además de que ella le brinda su ayuda para ser el mejor.
Elenco
John Houseman fue elegido para interpretar el papel de Professor Kingsfield después que el director James Bridges intentara vanamente convencer a James Mason, Edward G. Robinson, Melvyn Douglas, John Gielgud y Paul Scofield. Aunque Houseman se había dedicado principalmente a la producción teatral y sus apariciones sobre el escenario fueron limitadas (un pequeño pero importante papel en Siete días de mayo, y su participación en el programa de radio dentro de la The Mercury Theatre of the Air en La guerra de los mundos junto a Orson Welles) su brillante actuación le permitió ganar el premio Oscar de 1973 como mejor actor de reparto.
Mi opinión:
Muy interesante cinta, inteligentemente dirigida por James Bridges, que firma el guión junto al autor de la exitosa novela, John Jay Osborn Jr.
De una manera mordaz e irónica se nos cuenta cláramente la vida de seis estudiantes de derecho de forma en todo momento entretenida y con estimulantes detalles socio-costumbristas que denotan un buen gusto por las formas.
Hay un muy sutil humor que ayuda a digerir este film, pues, a pesar de que se comprende bien, se puede decir que es minoritario, dados los problemas que se cuentan.
La interpretaciones son buenas, mención especial para el gran John Houseman, que ganó un Oscar al mejor actor secundario por su papel, además del Globo de Oro. Y hay que tener en cuenta que no fue ni la primera, ni la segunda…opción para el papel, no en vano diversos y más reconocidos que no prestigiosos actores se negaron (se habla de John Gielgud, James Mason, Paul Scofield…).
Gran película, que no obstante me parece no es muy conocida que digamos. Pero merece la pena su visión/revisión.
El primer año en Leyes
La cinta, nos presenta los tres planos en los que se desarrolla a un alumno brillante dentro de de la Escuela de Leyes. Bridges no desliga al alumno brillante, incisivo y esforzado del hombre y lo entiende desde su edad e impericia en el competitivo mundo de una de las escuelas de leyes más importante de los Estados Unidos. Nos permite intuir también que este cosmos sólo es un adelanto de lo que vendrá después. De esta forma vemos en primer lugar, la relación de Hart con el profesor del curso de Contratos, Charles W. Kingsfield Jr. (John Houseman) el verdadero imán del guión. Por otro lado, lo vemos interactuar dentro del heterogéneo grupo de estudio formado, además de por el propio Hart, por Franklin Ford (Graham Beckel), Kevin Brooks (James Naughton), Thomas Craig Anderson (Edward Herrmann), O´Connor (Robert Lyoliard) y Willis Bell (Craig Richard Nelson). Finalmente, se narra la relación de Hart con la propia hija del profesor Kingsfield, la magnífica Susan (Lindsay Wagner).
La figura más interesante de la entrega es sin duda la del profesor de Contratos caracterizado por un enorme John Houseman en lo que fue su primera aparición en el cine, actuación que le valió un Oscar por mejor actor de reparto. El viejo y severo Kingsfield es, a pesar de sus años, una leyenda viviente de la Facultad y como en una saga escandinava en los pasillos, cafetería y biblioteca se suelen escuchar historias acerca de la forma de cómo humilló a tal o cual alumno en clase. El propio Hart comprobará en sus carnes la certeza de esta leyenda. Kingsfield imparte sus conocimientos a partir de lo que él denomina el método socrático. Manteniéndose alejado de la figura del catedrático tradicional donde se sermonea a los alumnos que recogen pasivamente las enseñanzas impartidas por la cátedra. El profesor Kingsfield, entra en calor pronto y advierte claramente a sus pupilos al inicio del ejercicio, que para ellos el estudio del Derecho es algo nuevo y desconocido (…), a diferencia de sus métodos de enseñanza en el pasado aquí usamos el método socrático. Yo les llamo, les hago una pregunta y ustedes contestan. A partir de mis preguntas aprenderán a enseñarse a sí mismos. (…) A veces creerán que encontraron la respuesta correcta, les aseguro que es una idea delirante de su parte, jamás encontrarán la respuesta correcta absoluta y final. El objetivo declarado es entrenar las mentes pues llegan con un cráneo lleno de papilla y se marchan pensando como abogados.
Pero Kingsfield no exige a sus alumnos un esfuerzo insustancial, intrascendente, como memorizar los materiales de clase. Además, pedirá una profunda y completa capacidad de análisis, de allí que menosprecie el esfuerzo de aquellos que sólo se limiten a repetir los hechos de los casos estudiados como si fueran una fotocopiadora: una memoria fotográfica no sirve absolutamente de nada, sin la habilidad de analizar la gran cantidad de información que se tiene entre las orejas. Bridges no escatima en mostrarnos cómo es que aun cuando todos los alumnos parten con las mismas herramientas él éxito universitario sólo está reservado para unos pocos, aquellos que internalizan el esfuerzo diario con una innegable capacidad.
Es curiosa la interpretación que hace Hart de los tres partidos en que se suelen dividir los salones de clase: una facción son los estudiantes que se sientan atrás del todo renunciando a preparar los casos. El segundo grupo, son los que no levantan la mano, pero lo intentan si los llaman. Viviendo en un estado de miedo constante. El nivel más alto. Los voluntarios. Levantan la mano en clase, salen a la palestra. No creo que sean más inteligentes que los demás, pero son valientes y serán reconocidos al final. Los profesores sabrán sus nombres y obtendrán mejores notas. Los que hemos pasado por una escuela de leyes sabemos que los profesores severos y exigentes como el profesor Kingsfield siempre dividen a la clase en dos: los que lo odian, como Kevin, y quienes lo admiran como Hart. Todo dependerá del nivel de responsabilidad con que cada uno enfrente el dictado de la clase.
Esta división también tiene un correlato en el grupo cerrado de estudio donde participa Hart. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en clase donde estas diferencias importan poco, en el grupo generarán una serie de tensiones con un resultado, al menos en este caso, cruento: casi al final del curso dos de los miembros (O´Connor y Bell) deciden abandonar el grupo por discrepancias con los demás miembros y otro deja incluso la universidad al no soportar el rigor de los estudios. El enfrentamiento entre los compañeros es común en un ambiente en donde precisamente se intenta desarrollar la competitividad y donde no es raro que los alumnos con mayores capacidades desprecien intelectualmente a sus compañeros con menores habilidades. En el primer año de estudios todos nos amábamos porque estudiábamos leyes y la ley es algo noble, pero en el tercer año, uno tenía suerte si no lo asesinaban mientras dormía, esa es la naturaleza de la profesión, nos dirá Rudy Baylor en Legítima defensa (The Rainmaker de Francis Ford Coppola, 1997).
Pero la tirantez no se limita únicamente a las sociedades entre los compañeros de clase, también la relación con un profesor exigente que tensa constantemente a sus alumnos no está libre de asperezas. !Es usted un hijo de puta¡ Kingsfield, le gritará Hart a su sarcástico profesor en medio de una clase atónita, algo que la mayoría de sus compañeros hubiera hecho de buen grado si se hubieran atrevido. Es lo más inteligente que ha dicho el día de hoy, tome asiento. Le responderá, sin que se le mueva un músculo. Hay algunos límites que sólo pueden cruzar los iniciados.
'The Paper Chase':Nadie disputaría que "The Paper Chase" es la película de John Houseman.
Una representación asombrosamente perfecta de un académico austero y dominante, "Chase" y Houseman se hicieron el uno para el otro. Un tesoro nacional.
Pero Houseman es un personaje secundario. La historia de "Chase" es la del Sr. Hart, interpretado por Timothy Bottoms, un estudiante de derecho que se ve obligado a enfrentarse con ... algo u otro. Específicamente, una extraña obsesión con uno de sus instructores.
Representar cursos difíciles no es fácil. Tampoco está haciendo el trabajo en sí. Las escenas del campus del director James Bridges hacen que Harvard Law parezca divertido.Rodeado de gente inteligente, mujeres astutas, maestros famosos. Quedarse despierto hasta tarde, pedir pizza, colarse en las bibliotecas, ir a nadar. Las conferencias no son aburridas; Son enfrentamientos.
La trama está poco cocinada. Aun así, "The Paper Chase" podría ser la mejor película que se haya hecho sobre tratar con una figura de autoridad. Es de élite por este motivo y porque demuestra que el aula es un lugar de gran drama. Los espectadores se ven obligados a levantar la mano y disparar a Kingsfield. La película sugiere que atravesar un lugar así requiere algo más allá de un coeficiente intelectual de 190, como presume un personaje, Ford. Hart incluso advertirá a Ford, que se llama a sí mismo un "genio", que Hart conocía a un genio en la Universidad de Minnesota que idolatraba al famoso profesor Kingsfield pero que no podía anotar lo suficiente como para ingresar a Harvard. No está claro por qué eso le importaría a Ford, quien ya lo logró y es la quinta generación de su familia en hacerlo. (Por qué Ford elegiría a los participantes de su grupo de estudio a simple vista tampoco está claro; no es como cualquiera que haya ingresado con una reputación).
La película no es un tutorial sobre cómo ingresar a la Facultad de Derecho de Harvard. Nuestros personajes ya están aquí, adultos, entre los mejores que tenemos, preparados por educadores de todo el país durante algunos años de entrenamiento con Kingsfield. Nadie piensa en sí mismo como una casualidad.
La mayoría de la gente presumiría, probablemente correctamente, que el obstáculo para obtener un título en derecho de Harvard es simplemente la admisión. Muchas personas con talento no ganan aceptación. Aquellos que lo hacen, entre las principales hiper-élites de la nación, tienen el talento suficiente como para alcanzar las calificaciones difíciles con un esfuerzo razonable y, si tienen dificultades, creen tener amplias redes de apoyo.
Sin embargo, "Chase" sugiere que el obstáculo real no es la oficina de admisiones sino el primer semestre. Eso es lo que separa a los abogados de los también rans; superar eso, es como correr cuesta abajo. Determinar cuántos no se gradúan es difícil; la escuela no publica un número (al menos donde cualquiera pueda encontrarlo). Según estos personajes, aproximadamente el 16% de los estudiantes no lo lograrán, un número que se siente alto.
Quizás no lo sea. Aquí hay un relato de un compañero que simplemente continuaba su educación en artes liberales (que puede no ser diferente a donde se encuentra el Sr. Hart), y "No vi nada que fuera una mejor opción en ese momento". Encontró Harvard Law "un gran lugar para pasar el rato con personas inteligentes". Obtuvo una pasantía en un fondo de cobertura y dijo sayonara a HLS después de 1 año.
"The Paper Chase" es una película de 1973, pero parece una guía de la escuela de derecho tan relevante como cualquier película posterior. Estar preparado; puede haber una asignación debido en el primer día de clase. Haz amigos con las personas adecuadas, no con aquellos que te arrastrarán hacia abajo. Divide el estudio en la medida de lo posible. Sea agresivo sobre el aprendizaje; arriesgate y saldrás adelante. Evite los holgazanes, incluso si eso significa alquilar una habitación de hotel. Acepte que algunos, incluso con enormes credenciales, no lo lograrán. Quizás lo más importante: para ser el mejor, debes preocuparte en un grado inusualmente alto.
La Ley de Harvard de "Chase" es un "Top Gun" académico, un grupo de jóvenes que han calificado para la academia más elitista. Son arrogantes y, como en cualquier escuela, pueden ser más talentosos que sus instructores. Pero todavía no lo saben, como lo evidencia el perceptivo Anderson (Edward Herrmann), quien astutamente señala que "algunos de nosotros podríamos tener crisis nerviosas". (De hecho, ese es el comienzo de "Top Gun").
El primer nombre de Hart es James. ¿Con qué frecuencia escuchas eso en la película? Cómo "Chase" se refiere a sus personajes es un dispositivo inteligente. La Ley de Harvard no es un lugar para conocidos cálidos y confusos y amistades de por vida. No eres un número, solo un apellido con un papel que desempeñar.
Casi todos estos estudiantes prosperarán; El desafío es si pueden manejar Kingsfield. El es el estándar. Ni siquiera se muestran otros cursos.
El guión solo coquetea con una imagen más grande necesaria. Estos personajes están sentados en boletos de lotería ganadores. La mayoría, al graduarse, pronto se convertirán en estadounidenses de altos ingresos. (La deuda de los estudiantes es una idea de último momento; a ninguno se le muestra trabajo mientras está en la escuela, aunque aparentemente Hart reconoce a alguien que maneja la caja registradora de la cafetería.) Los estudiantes son abrumadoramente varones. En una escena, 3 de las 37 caras en el aula de Kingsfield son mujeres. ¿A dónde van estos tipos? Muchos como el Sr. Ford elegirán una carrera lucrativa en Wall Street, algún día para enviar a la sexta generación de regreso a ese mismo dormitorio. Otros pueden buscar la oficina del fiscal de los Estados Unidos, Hollywood, Departamento de Estado. Un graduado bastante famoso decidió ser un organizador comunitario en Chicago.
La motivación de Hart es incompleta en el mejor de los casos. Parece que no es el más mínimo acusador. Tampoco le importa el dinero. Tampoco es político. ¿Por qué está él allí?
Deberíamos poder inferir esa respuesta. Lo máximo que tenemos, en un poco débil de secuencias de comandos, es que quiere darse el último desafío en el aula, que ha aprendido a aprender es Kingsfield.
El guión no puede decidir si Hart debe conquistar Kingsfield o servirle.
Podemos ver a Hart como la representación del sueño americano. Claramente no es un legado de Harvard. Es simplemente una mente extraordinaria, extraordinaria, capaz de unirse a las élites por sus propios méritos e incluso superarlos o entrenarlos.
"Hart no es un personaje", escribió una escéptica Pauline Kael. Ella tiene un punto. Esto es lo que echa de menos: Hart está allí, porque eso es lo que hace. El va a la escuela. Él es bueno en eso. La Ley de Harvard es solo la próxima etapa. Hart está allí por la misma razón por la que un golfista se une al PGA Tour. Porque el puede. No hay inconveniente.
Bottoms, según Kael, es un "actor vago y sorprendente". Roger Ebert, sin embargo, en una crítica de 4 estrellas, considera que Bottoms es un "actor muy bueno ... natural y no afectado". De hecho. Bottoms encuentra fácilmente su lugar entre sus compañeros. Es culpa del guión que lucha con los Kingsfield.
Se dice en una entrevista en DVD en 2004 sobre la película "El Síndrome de China", una excelente película también dirigida por Bridges, que Houseman fue el mentor de Bridges. El reclutamiento de Houseman de Bridges, que no era actor, es uno de los mayores descubrimientos en la historia de Hollywood. Otros fueron considerados para el papel, incluidos Paul Scofield y Gregory Peck; el libro "Inside Oscar" dice que James Mason "salió" justo antes de filmar y que Houseman recomendó a Edward G. Robinson, que estaba demasiado enfermo para el papel. Entonces Houseman aceptó. A pesar de hacer este increíble casting y ayudar a otros dos grandes éxitos, "El Síndrome de China" y "Urban Cowboy", la página de Wikipedia de Bridges es notablemente delgada. Jane Fonda dijo en un artículo de 1979 que Bridges en realidad "tenía miedo de trabajar con estrellas".
Si bien Houseman ganó acertadamente un Oscar, Kingsfield está lejos de estar completo. Él aconseja a los presidentes. (Aparentemente demócratas, según los recuerdos de su estudio). Tiene alrededor de 70 años. ¿Cuál es su motivación para enseñar a los estudiantes que profesa que no les importen? Presumiblemente porque lo mantiene relevante, de modo que las personas que dirigen el país en la década de 1990 seguirán hablando de él.
"Ustedes se enseñan la ley, pero yo entreno su mente", le dice a la clase de Hart, una explicación interesante del propósito de la universidad. "Entras aquí con una calavera llena de papilla y te vas pensando como un abogado".
Es difícil decir cuándo el término se hizo común (el New York Times lo usó dos veces en la década de 1950, según una búsqueda en línea), pero Kingsfield debe ser uno de los primeros personajes de la película pasivo-agresiva. Él ataca a los estudiantes, intelectualmente pero no físicamente. No le agrada nutrirlos ni humillarlos. Observe cómo, cuando un estudiante está perplejo, Kingsfield avanza rápidamente, sin hacer preguntas sobre la preparación, etc.
"Siento que él me conoce ... como si le importara cómo lo hago", dirá Hart. Pero otras escenas sugerirán que Kingsfield no tiene tanto interés en Hart.
Lindsay Wagner, como Susan Fields, se encuentra con Hart aparentemente por coincidencia. ¿Realmente había alguien acechándola? Quizás, o quizás a Hart se le dio una prueba muy sutil. (Después de todo, ella tiene los genes de una persona muy inteligente). Susan está aquí para darle a Hart un límite con la vida real. Para ser ciudadanos felices y productivos, así como de alto rendimiento, los estudiantes de Derecho de Harvard necesitan encontrar el equilibrio. Ella tiene eso en espadas. Él le cuenta lo que aprende en clase y recita su agenda. Hace mucho tiempo que dejó de preocuparse por el "escalón superior" de Hart de la facultad de derecho. En algún momento, Hart estará fuera de la escuela, y la felicidad no vendrá de hacer las tareas de Kingsfield, sino de ... cualquier cantidad de cosas.
La vida de Susan, si todavía no fuera muy hermosa, ya sería una tragedia. Su novio está mucho más interesado en su padre. Preferiría estar en Europa, disolviéndose de su matrimonio fallido, pero "Mi madre está en una institución mental", lo que aparentemente requiere su atención en Boston. No parece que ella sea rica, a pesar de que curiosamente le dice a Hart: "Podría comprarte". Es muy posible que sea un bajo rendimiento. A diferencia de Hart, a Susan no le importa en absoluto el juicio de Kingsfield. Una analogía muy tenue se puede extraer de "Saturday Night Fever", en la que Tony es un rey en un lugar pero un siervo en todos los demás. En "Chase", tenemos la fuerte sensación de que Kingsfield es un rey en casi cualquier lugar, excepto en su propia casa, donde debe mantener a una hija no impresionada y una esposa discapacitada.
La química entre Hart y Susan es típica de una aventura universitaria. La encuentra a mano y disponible. No soporta a los estudiantes de derecho con los ojos estrellados. Él la culpa por interrumpir sus hábitos de estudio. ¿Por qué se siente atraída por él? Lo más probable es que realmente la persiga; Ella es vulnerable. Es ajeno a la gravedad de su precisa visión del mundo y le dice que ella no le da mucho "sustento".
La colección de los compañeros de clase de Hart es muy elegante, pero efectiva. El Sr. Ford es el Richie Cunningham o Brandon Walsh del grupo, imperturbable, el capitán del equipo, el centro confiable, un faro de justicia. El Sr. "Liberty" Bell es erudito pero desagradable, más habla que acción. El Sr. Brooks está asustado menos por lo que ha visto. Todas estas personas tienen cerebros de élite, pero no todas se adaptan bien a este entorno en particular, lo peor de todo es el Sr. Brooks. Tiene memoria fotográfica, pero eso no le sirve de nada en cuanto a análisis. Excepto que la pregunta que se le pide es una definición, no un análisis.
Parece que Brooks está en la película para representar presión. El único problema es que Bridges necesita una excusa de por qué Brooks puede ingresar pero no lo logrará. Entonces Brooks recibe una memoria fotográfica con una capacidad intelectual mediocre. Inadvertidamente, al parecer, Bridges abre la puerta aquí a otro ángulo, esa inteligencia es multifacética, no se puede definir con un solo número de 3 dígitos, que una persona inteligente reconocida puede parecer muy tonta en presencia de otra persona inteligente reconocida. Como mínimo, esta noción cuestionable arroja dudas sobre la relevancia de los LSAT. (El Sr. Brooks, por desgracia, no es tan afortunado como Will Hunting, que no solo tiene memoria fotográfica, sino que puede resolver pruebas que solo un puñado de personas en el mundo puede apreciar).
"The Paper Chase", de una novela de John Jay Osborn Jr. no opina sobre los méritos de la educación superior que reciben Hart y sus compañeros de clase. Un cínico podría describir la facultad de derecho y la profesión legal como un extraño tributo a la precedencia en la que los seres humanos afirman que la forma correcta de resolver las disputas es resolverlas de la forma en que se resolvieron previamente (porque aparentemente nadie se amotinó o comenzó una guerra después) .
Pero cada caso es diferente, el tribunal más alto a menudo se divide 5-4, y solo lo estamos inventando a medida que avanzamos.
Hart curiosamente le dice a Susan que en las aulas como la de Kingsfield, "Te enfrentas a algunas mentes increíbles aquí". ¿Qué tiene que ver la presencia de mentes increíbles con el aprendizaje del material? Si Hart tomara álgebra, ¿por qué los cerebros (o la falta de ella) de los otros estudiantes afectarían su propia capacidad de obtenerlo?
Si la educación superior se trata de aprender, ¿por qué las conferencias y la sabiduría de Kingsfield no están abiertas al público? A menos que se trate de exclusividad, en cuyo caso ... bueno, ahí lo tienes.
Aunque las emociones de Hart son a menudo tontas, "Chase" sobresale cuando le permite a Kingsfield presionar sus botones. Así es como todos los seres humanos, en algún momento de sus vidas, reaccionarán ante un maestro, un entrenador, un jefe, tal vez incluso un padre o cónyuge ... Adorar la aprobación de un individuo es una de las cosas más contraproducentes que un humano ser puede hacerse a sí mismo, pero no podemos ayudarnos a nosotros mismos. Quizás haya algo evolutivo en el proceso.
"Chase" es una batalla de 2 horas de "Hart" que quiere ser "James". La exigua victoria ya no es ser "tan suave, tan fácilmente manipulable". Dentro de un año, Hart y Kingsfield serán asociados, no adversarios. . Hart logrará no solo el grado que rechaza, sino también esa esquiva "atención", en forma de referencias comunes para trabajos en la Casa Blanca o el Departamento de Estado. Nadie cree este final: estamos seguros de que Hart, cada vez que se entera de que Kingsfield ha criticado su trabajo, lamentablemente siempre le importará. Hart realmente no tiene nada en común con Susan, pero en su extraño mundo de idolatría, casarse con ella es la mejor opción para casarse con Kingsfield.
El primer año en Leyes
La cinta, nos presenta los tres planos en los que se desarrolla a un alumno brillante dentro de de la Escuela de Leyes. Bridges no desliga al alumno brillante, incisivo y esforzado del hombre y lo entiende desde su edad e impericia en el competitivo mundo de una de las escuelas de leyes más importante de los Estados Unidos. Nos permite intuir también que este cosmos sólo es un adelanto de lo que vendrá después. De esta forma vemos en primer lugar, la relación de Hart con el profesor del curso de Contratos, Charles W. Kingsfield Jr. (John Houseman) el verdadero imán del guión. Por otro lado, lo vemos interactuar dentro del heterogéneo grupo de estudio formado, además de por el propio Hart, por Franklin Ford (Graham Beckel), Kevin Brooks (James Naughton), Thomas Craig Anderson (Edward Herrmann), O´Connor (Robert Lyoliard) y Willis Bell (Craig Richard Nelson). Finalmente, se narra la relación de Hart con la propia hija del profesor Kingsfield, la magnífica Susan (Lindsay Wagner).
La figura más interesante de la entrega es sin duda la del profesor de Contratos caracterizado por un enorme John Houseman en lo que fue su primera aparición en el cine, actuación que le valió un Oscar por mejor actor de reparto. El viejo y severo Kingsfield es, a pesar de sus años, una leyenda viviente de la Facultad y como en una saga escandinava en los pasillos, cafetería y biblioteca se suelen escuchar historias acerca de la forma de cómo humilló a tal o cual alumno en clase. El propio Hart comprobará en sus carnes la certeza de esta leyenda. Kingsfield imparte sus conocimientos a partir de lo que él denomina el método socrático. Manteniéndose alejado de la figura del catedrático tradicional donde se sermonea a los alumnos que recogen pasivamente las enseñanzas impartidas por la cátedra. El profesor Kingsfield, entra en calor pronto y advierte claramente a sus pupilos al inicio del ejercicio, que para ellos el estudio del Derecho es algo nuevo y desconocido (…), a diferencia de sus métodos de enseñanza en el pasado aquí usamos el método socrático. Yo les llamo, les hago una pregunta y ustedes contestan. A partir de mis preguntas aprenderán a enseñarse a sí mismos. (…) A veces creerán que encontraron la respuesta correcta, les aseguro que es una idea delirante de su parte, jamás encontrarán la respuesta correcta absoluta y final. El objetivo declarado es entrenar las mentes pues llegan con un cráneo lleno de papilla y se marchan pensando como abogados.
Pero Kingsfield no exige a sus alumnos un esfuerzo insustancial, intrascendente, como memorizar los materiales de clase. Además, pedirá una profunda y completa capacidad de análisis, de allí que menosprecie el esfuerzo de aquellos que sólo se limiten a repetir los hechos de los casos estudiados como si fueran una fotocopiadora: una memoria fotográfica no sirve absolutamente de nada, sin la habilidad de analizar la gran cantidad de información que se tiene entre las orejas. Bridges no escatima en mostrarnos cómo es que aun cuando todos los alumnos parten con las mismas herramientas él éxito universitario sólo está reservado para unos pocos, aquellos que internalizan el esfuerzo diario con una innegable capacidad.
Es curiosa la interpretación que hace Hart de los tres partidos en que se suelen dividir los salones de clase: una facción son los estudiantes que se sientan atrás del todo renunciando a preparar los casos. El segundo grupo, son los que no levantan la mano, pero lo intentan si los llaman. Viviendo en un estado de miedo constante. El nivel más alto. Los voluntarios. Levantan la mano en clase, salen a la palestra. No creo que sean más inteligentes que los demás, pero son valientes y serán reconocidos al final. Los profesores sabrán sus nombres y obtendrán mejores notas. Los que hemos pasado por una escuela de leyes sabemos que los profesores severos y exigentes como el profesor Kingsfield siempre dividen a la clase en dos: los que lo odian, como Kevin, y quienes lo admiran como Hart. Todo dependerá del nivel de responsabilidad con que cada uno enfrente el dictado de la clase.
Esta división también tiene un correlato en el grupo cerrado de estudio donde participa Hart. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en clase donde estas diferencias importan poco, en el grupo generarán una serie de tensiones con un resultado, al menos en este caso, cruento: casi al final del curso dos de los miembros (O´Connor y Bell) deciden abandonar el grupo por discrepancias con los demás miembros y otro deja incluso la universidad al no soportar el rigor de los estudios. El enfrentamiento entre los compañeros es común en un ambiente en donde precisamente se intenta desarrollar la competitividad y donde no es raro que los alumnos con mayores capacidades desprecien intelectualmente a sus compañeros con menores habilidades. En el primer año de estudios todos nos amábamos porque estudiábamos leyes y la ley es algo noble, pero en el tercer año, uno tenía suerte si no lo asesinaban mientras dormía, esa es la naturaleza de la profesión, nos dirá Rudy Baylor en Legítima defensa (The Rainmaker de Francis Ford Coppola, 1997).
Pero la tirantez no se limita únicamente a las sociedades entre los compañeros de clase, también la relación con un profesor exigente que tensa constantemente a sus alumnos no está libre de asperezas. !Es usted un hijo de puta¡ Kingsfield, le gritará Hart a su sarcástico profesor en medio de una clase atónita, algo que la mayoría de sus compañeros hubiera hecho de buen grado si se hubieran atrevido. Es lo más inteligente que ha dicho el día de hoy, tome asiento. Le responderá, sin que se le mueva un músculo. Hay algunos límites que sólo pueden cruzar los iniciados.
'The Paper Chase':Nadie disputaría que "The Paper Chase" es la película de John Houseman.
Una representación asombrosamente perfecta de un académico austero y dominante, "Chase" y Houseman se hicieron el uno para el otro. Un tesoro nacional.
Pero Houseman es un personaje secundario. La historia de "Chase" es la del Sr. Hart, interpretado por Timothy Bottoms, un estudiante de derecho que se ve obligado a enfrentarse con ... algo u otro. Específicamente, una extraña obsesión con uno de sus instructores.
Representar cursos difíciles no es fácil. Tampoco está haciendo el trabajo en sí. Las escenas del campus del director James Bridges hacen que Harvard Law parezca divertido.Rodeado de gente inteligente, mujeres astutas, maestros famosos. Quedarse despierto hasta tarde, pedir pizza, colarse en las bibliotecas, ir a nadar. Las conferencias no son aburridas; Son enfrentamientos.
La trama está poco cocinada. Aun así, "The Paper Chase" podría ser la mejor película que se haya hecho sobre tratar con una figura de autoridad. Es de élite por este motivo y porque demuestra que el aula es un lugar de gran drama. Los espectadores se ven obligados a levantar la mano y disparar a Kingsfield. La película sugiere que atravesar un lugar así requiere algo más allá de un coeficiente intelectual de 190, como presume un personaje, Ford. Hart incluso advertirá a Ford, que se llama a sí mismo un "genio", que Hart conocía a un genio en la Universidad de Minnesota que idolatraba al famoso profesor Kingsfield pero que no podía anotar lo suficiente como para ingresar a Harvard. No está claro por qué eso le importaría a Ford, quien ya lo logró y es la quinta generación de su familia en hacerlo. (Por qué Ford elegiría a los participantes de su grupo de estudio a simple vista tampoco está claro; no es como cualquiera que haya ingresado con una reputación).
La película no es un tutorial sobre cómo ingresar a la Facultad de Derecho de Harvard. Nuestros personajes ya están aquí, adultos, entre los mejores que tenemos, preparados por educadores de todo el país durante algunos años de entrenamiento con Kingsfield. Nadie piensa en sí mismo como una casualidad.
La mayoría de la gente presumiría, probablemente correctamente, que el obstáculo para obtener un título en derecho de Harvard es simplemente la admisión. Muchas personas con talento no ganan aceptación. Aquellos que lo hacen, entre las principales hiper-élites de la nación, tienen el talento suficiente como para alcanzar las calificaciones difíciles con un esfuerzo razonable y, si tienen dificultades, creen tener amplias redes de apoyo.
Sin embargo, "Chase" sugiere que el obstáculo real no es la oficina de admisiones sino el primer semestre. Eso es lo que separa a los abogados de los también rans; superar eso, es como correr cuesta abajo. Determinar cuántos no se gradúan es difícil; la escuela no publica un número (al menos donde cualquiera pueda encontrarlo). Según estos personajes, aproximadamente el 16% de los estudiantes no lo lograrán, un número que se siente alto.
Quizás no lo sea. Aquí hay un relato de un compañero que simplemente continuaba su educación en artes liberales (que puede no ser diferente a donde se encuentra el Sr. Hart), y "No vi nada que fuera una mejor opción en ese momento". Encontró Harvard Law "un gran lugar para pasar el rato con personas inteligentes". Obtuvo una pasantía en un fondo de cobertura y dijo sayonara a HLS después de 1 año.
"The Paper Chase" es una película de 1973, pero parece una guía de la escuela de derecho tan relevante como cualquier película posterior. Estar preparado; puede haber una asignación debido en el primer día de clase. Haz amigos con las personas adecuadas, no con aquellos que te arrastrarán hacia abajo. Divide el estudio en la medida de lo posible. Sea agresivo sobre el aprendizaje; arriesgate y saldrás adelante. Evite los holgazanes, incluso si eso significa alquilar una habitación de hotel. Acepte que algunos, incluso con enormes credenciales, no lo lograrán. Quizás lo más importante: para ser el mejor, debes preocuparte en un grado inusualmente alto.
La Ley de Harvard de "Chase" es un "Top Gun" académico, un grupo de jóvenes que han calificado para la academia más elitista. Son arrogantes y, como en cualquier escuela, pueden ser más talentosos que sus instructores. Pero todavía no lo saben, como lo evidencia el perceptivo Anderson (Edward Herrmann), quien astutamente señala que "algunos de nosotros podríamos tener crisis nerviosas". (De hecho, ese es el comienzo de "Top Gun").
El primer nombre de Hart es James. ¿Con qué frecuencia escuchas eso en la película? Cómo "Chase" se refiere a sus personajes es un dispositivo inteligente. La Ley de Harvard no es un lugar para conocidos cálidos y confusos y amistades de por vida. No eres un número, solo un apellido con un papel que desempeñar.
Casi todos estos estudiantes prosperarán; El desafío es si pueden manejar Kingsfield. El es el estándar. Ni siquiera se muestran otros cursos.
El guión solo coquetea con una imagen más grande necesaria. Estos personajes están sentados en boletos de lotería ganadores. La mayoría, al graduarse, pronto se convertirán en estadounidenses de altos ingresos. (La deuda de los estudiantes es una idea de último momento; a ninguno se le muestra trabajo mientras está en la escuela, aunque aparentemente Hart reconoce a alguien que maneja la caja registradora de la cafetería.) Los estudiantes son abrumadoramente varones. En una escena, 3 de las 37 caras en el aula de Kingsfield son mujeres. ¿A dónde van estos tipos? Muchos como el Sr. Ford elegirán una carrera lucrativa en Wall Street, algún día para enviar a la sexta generación de regreso a ese mismo dormitorio. Otros pueden buscar la oficina del fiscal de los Estados Unidos, Hollywood, Departamento de Estado. Un graduado bastante famoso decidió ser un organizador comunitario en Chicago.
La motivación de Hart es incompleta en el mejor de los casos. Parece que no es el más mínimo acusador. Tampoco le importa el dinero. Tampoco es político. ¿Por qué está él allí?
Deberíamos poder inferir esa respuesta. Lo máximo que tenemos, en un poco débil de secuencias de comandos, es que quiere darse el último desafío en el aula, que ha aprendido a aprender es Kingsfield.
El guión no puede decidir si Hart debe conquistar Kingsfield o servirle.
Podemos ver a Hart como la representación del sueño americano. Claramente no es un legado de Harvard. Es simplemente una mente extraordinaria, extraordinaria, capaz de unirse a las élites por sus propios méritos e incluso superarlos o entrenarlos.
"Hart no es un personaje", escribió una escéptica Pauline Kael. Ella tiene un punto. Esto es lo que echa de menos: Hart está allí, porque eso es lo que hace. El va a la escuela. Él es bueno en eso. La Ley de Harvard es solo la próxima etapa. Hart está allí por la misma razón por la que un golfista se une al PGA Tour. Porque el puede. No hay inconveniente.
Bottoms, según Kael, es un "actor vago y sorprendente". Roger Ebert, sin embargo, en una crítica de 4 estrellas, considera que Bottoms es un "actor muy bueno ... natural y no afectado". De hecho. Bottoms encuentra fácilmente su lugar entre sus compañeros. Es culpa del guión que lucha con los Kingsfield.
Se dice en una entrevista en DVD en 2004 sobre la película "El Síndrome de China", una excelente película también dirigida por Bridges, que Houseman fue el mentor de Bridges. El reclutamiento de Houseman de Bridges, que no era actor, es uno de los mayores descubrimientos en la historia de Hollywood. Otros fueron considerados para el papel, incluidos Paul Scofield y Gregory Peck; el libro "Inside Oscar" dice que James Mason "salió" justo antes de filmar y que Houseman recomendó a Edward G. Robinson, que estaba demasiado enfermo para el papel. Entonces Houseman aceptó. A pesar de hacer este increíble casting y ayudar a otros dos grandes éxitos, "El Síndrome de China" y "Urban Cowboy", la página de Wikipedia de Bridges es notablemente delgada. Jane Fonda dijo en un artículo de 1979 que Bridges en realidad "tenía miedo de trabajar con estrellas".
Si bien Houseman ganó acertadamente un Oscar, Kingsfield está lejos de estar completo. Él aconseja a los presidentes. (Aparentemente demócratas, según los recuerdos de su estudio). Tiene alrededor de 70 años. ¿Cuál es su motivación para enseñar a los estudiantes que profesa que no les importen? Presumiblemente porque lo mantiene relevante, de modo que las personas que dirigen el país en la década de 1990 seguirán hablando de él.
"Ustedes se enseñan la ley, pero yo entreno su mente", le dice a la clase de Hart, una explicación interesante del propósito de la universidad. "Entras aquí con una calavera llena de papilla y te vas pensando como un abogado".
Es difícil decir cuándo el término se hizo común (el New York Times lo usó dos veces en la década de 1950, según una búsqueda en línea), pero Kingsfield debe ser uno de los primeros personajes de la película pasivo-agresiva. Él ataca a los estudiantes, intelectualmente pero no físicamente. No le agrada nutrirlos ni humillarlos. Observe cómo, cuando un estudiante está perplejo, Kingsfield avanza rápidamente, sin hacer preguntas sobre la preparación, etc.
"Siento que él me conoce ... como si le importara cómo lo hago", dirá Hart. Pero otras escenas sugerirán que Kingsfield no tiene tanto interés en Hart.
Lindsay Wagner, como Susan Fields, se encuentra con Hart aparentemente por coincidencia. ¿Realmente había alguien acechándola? Quizás, o quizás a Hart se le dio una prueba muy sutil. (Después de todo, ella tiene los genes de una persona muy inteligente). Susan está aquí para darle a Hart un límite con la vida real. Para ser ciudadanos felices y productivos, así como de alto rendimiento, los estudiantes de Derecho de Harvard necesitan encontrar el equilibrio. Ella tiene eso en espadas. Él le cuenta lo que aprende en clase y recita su agenda. Hace mucho tiempo que dejó de preocuparse por el "escalón superior" de Hart de la facultad de derecho. En algún momento, Hart estará fuera de la escuela, y la felicidad no vendrá de hacer las tareas de Kingsfield, sino de ... cualquier cantidad de cosas.
La vida de Susan, si todavía no fuera muy hermosa, ya sería una tragedia. Su novio está mucho más interesado en su padre. Preferiría estar en Europa, disolviéndose de su matrimonio fallido, pero "Mi madre está en una institución mental", lo que aparentemente requiere su atención en Boston. No parece que ella sea rica, a pesar de que curiosamente le dice a Hart: "Podría comprarte". Es muy posible que sea un bajo rendimiento. A diferencia de Hart, a Susan no le importa en absoluto el juicio de Kingsfield. Una analogía muy tenue se puede extraer de "Saturday Night Fever", en la que Tony es un rey en un lugar pero un siervo en todos los demás. En "Chase", tenemos la fuerte sensación de que Kingsfield es un rey en casi cualquier lugar, excepto en su propia casa, donde debe mantener a una hija no impresionada y una esposa discapacitada.
La química entre Hart y Susan es típica de una aventura universitaria. La encuentra a mano y disponible. No soporta a los estudiantes de derecho con los ojos estrellados. Él la culpa por interrumpir sus hábitos de estudio. ¿Por qué se siente atraída por él? Lo más probable es que realmente la persiga; Ella es vulnerable. Es ajeno a la gravedad de su precisa visión del mundo y le dice que ella no le da mucho "sustento".
La colección de los compañeros de clase de Hart es muy elegante, pero efectiva. El Sr. Ford es el Richie Cunningham o Brandon Walsh del grupo, imperturbable, el capitán del equipo, el centro confiable, un faro de justicia. El Sr. "Liberty" Bell es erudito pero desagradable, más habla que acción. El Sr. Brooks está asustado menos por lo que ha visto. Todas estas personas tienen cerebros de élite, pero no todas se adaptan bien a este entorno en particular, lo peor de todo es el Sr. Brooks. Tiene memoria fotográfica, pero eso no le sirve de nada en cuanto a análisis. Excepto que la pregunta que se le pide es una definición, no un análisis.
Parece que Brooks está en la película para representar presión. El único problema es que Bridges necesita una excusa de por qué Brooks puede ingresar pero no lo logrará. Entonces Brooks recibe una memoria fotográfica con una capacidad intelectual mediocre. Inadvertidamente, al parecer, Bridges abre la puerta aquí a otro ángulo, esa inteligencia es multifacética, no se puede definir con un solo número de 3 dígitos, que una persona inteligente reconocida puede parecer muy tonta en presencia de otra persona inteligente reconocida. Como mínimo, esta noción cuestionable arroja dudas sobre la relevancia de los LSAT. (El Sr. Brooks, por desgracia, no es tan afortunado como Will Hunting, que no solo tiene memoria fotográfica, sino que puede resolver pruebas que solo un puñado de personas en el mundo puede apreciar).
"The Paper Chase", de una novela de John Jay Osborn Jr. no opina sobre los méritos de la educación superior que reciben Hart y sus compañeros de clase. Un cínico podría describir la facultad de derecho y la profesión legal como un extraño tributo a la precedencia en la que los seres humanos afirman que la forma correcta de resolver las disputas es resolverlas de la forma en que se resolvieron previamente (porque aparentemente nadie se amotinó o comenzó una guerra después) .
Pero cada caso es diferente, el tribunal más alto a menudo se divide 5-4, y solo lo estamos inventando a medida que avanzamos.
Hart curiosamente le dice a Susan que en las aulas como la de Kingsfield, "Te enfrentas a algunas mentes increíbles aquí". ¿Qué tiene que ver la presencia de mentes increíbles con el aprendizaje del material? Si Hart tomara álgebra, ¿por qué los cerebros (o la falta de ella) de los otros estudiantes afectarían su propia capacidad de obtenerlo?
Si la educación superior se trata de aprender, ¿por qué las conferencias y la sabiduría de Kingsfield no están abiertas al público? A menos que se trate de exclusividad, en cuyo caso ... bueno, ahí lo tienes.
Aunque las emociones de Hart son a menudo tontas, "Chase" sobresale cuando le permite a Kingsfield presionar sus botones. Así es como todos los seres humanos, en algún momento de sus vidas, reaccionarán ante un maestro, un entrenador, un jefe, tal vez incluso un padre o cónyuge ... Adorar la aprobación de un individuo es una de las cosas más contraproducentes que un humano ser puede hacerse a sí mismo, pero no podemos ayudarnos a nosotros mismos. Quizás haya algo evolutivo en el proceso.
"Chase" es una batalla de 2 horas de "Hart" que quiere ser "James". La exigua victoria ya no es ser "tan suave, tan fácilmente manipulable". Dentro de un año, Hart y Kingsfield serán asociados, no adversarios. . Hart logrará no solo el grado que rechaza, sino también esa esquiva "atención", en forma de referencias comunes para trabajos en la Casa Blanca o el Departamento de Estado. Nadie cree este final: estamos seguros de que Hart, cada vez que se entera de que Kingsfield ha criticado su trabajo, lamentablemente siempre le importará. Hart realmente no tiene nada en común con Susan, pero en su extraño mundo de idolatría, casarse con ella es la mejor opción para casarse con Kingsfield.
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